Tuesday

Wall-e


No es sorprendente que Pixar continúe innovando en cuanto a técnica y tecnología de animación. Como siempre, cada uno de sus proyectos está lleno de barreras que, sin lugar a dudas, sólo ellos saben romper.

Lo que sí puede llegar a sorprender es su manera de hacerlo. Mientras en el demandante siglo XXI las casas productoras recurren a la utilización de sobrecarga de efectos, alucinantes explosiones y mezclas de sonido memorables, todo con la intención de levantar a los espectadores de sus butacas, Pixar rebusca en lo perdido, y esculca en lo más puro del cine para crear historias que sin mayores palabras lo dicen todo.

Wall-e es, hasta la fecha, el film más retador de Pixar. Sus avances tecnológicos rompieron nuevamente con los parámetros de diseño y animación impuestos por la misma productora desde su debut con Toy Story(1995). Y es que Wall-e es un largometraje animado inteligentemente recreado para entretener a su público infantil sin restringir la necesidad de llevarles un mensaje claro.

La carga de contenido de la película es palpable. Disfrazado de film infantil, con personajes tiernos y escenas un tanto monótonas, Wall-e nos muestra a los espectadores, una situación drástica de lo que podría resultar de la humanidad si nuestra apatía ante el cuidado del planeta continúa.

Wall-e es un robot abandonado en el planeta tierra 700 años después de que la humanidad desalojó por completo, debido a lo imposible que resultaba vivir en un planeta completamente contaminado e infértil. Su función básica: comprimir basura. Y después de haberlo hecho por tantos años Wall-e desarrolla un particular interés hacia los viejos objetos abandonados por la humanidad y se convierte en un solitario coleccionista de reliquias. Entre sus más preciados tesoros están un cubo de rubik, un ipod y una vieja cinta de la película Hello Dolly! (1969).

La humanidad sin hogar

Los creadores de esta producción no vacilaron en dejar en claro su posición. Los Robots son quienes sirven y a su vez controlan a los seres humanos. La “raza superior” que ahora vive en el espacio, entregada a la obesidad y a la inutilidad, olvidó los detalles simples de la vida como interrelacionarse y hasta cómo caminar.

El futuro dibujado en Wall-e no se proyecta próspero. La intención de la película es crear conciencia de que en menos de 700 años podemos haber perdido por completo nuestro planeta. Pero, como todo siempre es cuestión de perspectiva, el film concluye con la reflexión de que la raza humana siempre va a preferir "vivir antes que sobrevivir," y nuestra posibilidad de cuidar la tierra está sólo en nuestras manos. Una de las incógnitas que deja esta película rondando en mi cabeza es: ¿Es necesario que nos ahoguemos en basura para que nos demos cuenta de lo que estamos destruyendo?

Con pocas palabras

Wall-e se es sin duda un film de concientización, pero lo mejor del caso es que también es una historia de amor, sencilla y a su vez compleja.

Wall-e, el personaje cuiroso, bondadoso, inocente y solitario se encuentra de frente con Eva, una robot de avanzada tecnología, carácter fuerte y un tanto ensimismada en la misión que le fue otorgada. Walle no puede evitar la atracción instantánea y se pasa el tiempo tratando de conquistarla sin darse cuenta de que, accidentalmente, está salvando a la humanidad mientras lo hace.

Pero en definitiva, la historia de amor de estos dos personajes no es más que una lección de vida. Siendo Robots su capacidad verbal es limitada, pero su habilidad de expresión es suficiente para decir hasta las frases más complejas. Algo tan simple como tomarse de la mano es en esta película la máxima representación de afecto y amor correspondido, algo que para la época en que esta recreado el film, está olvidado por la raza humana.


Pero lo más intersante, es que Wall-e lo aprendió todo de nosotros los humanos tras ver infinidad de veces Hello Dolly!, cuyas escenas románticas lo enseñaron a añorar la necesidad de manifestar y recibir afecto. Una vez que conoce a Eva su única misión es lograr tomarla de la mano. Clásico....no?

Bien sea por su campaña de concientización, su innovación tecnológica o por la trama de sus personajes principales, vale la pena relajarse a ver uno de los nuevos orgullos de Disney/Pixar.

Friday

Across The Universe



Si de música, efectos, vistosidad y extravagancias se trata es natural que, como amantes del cine, recurramos a los clásicos musicales de Hollywood para encontrar en ellos estas características que por años han fascinado a algunos e irritado tanto a otros. Los musicales son y serán el eterno género fantasioso que continúa inspirando adoración en miles de espectadores y desesperación en un amplio sector que no concibe disfrutar de la música como primer recurso para desarrollar una trama. ¿Por qué? Quizás por el alto factor de surrealismo que impulsa a los personajes de la historia a cantar en medio de la calle o a bailar en un espacio público sin ninguna razón lógica aparente.

Es en este controversial género del cine donde la directora Julie Taymor aceptó el reto con Across The Universe, un musical que se centra en los recordados años sesenta de Estados Unidos con sus altos, sus bajos, su gente, su conflicto y sobretodo: su música.

De la música al guión

La película es, a primera vista, una historia de amor de dos jóvenes cuyos mundos personales chocan en medio de los estragos de la época. Para recrear el desarrollo de la trama, Across The Universe se basa en una selección detallada del variado repertorio de Los Beatles, la banda británica más famosa y de mayor influencia en la cultura americana.

El vistoso guión del film nace exclusivamente de su selección musical. Los personajes principales y secundarios introducen y desarrollan sus historias cantando nuevas versiones de estas canciones clásicas y acompañados de espléndidos arreglos visuales y musicales. Es a través de los Beatles que entra la complejidad de la trama. La letra de sus canciones es la herramienta que exterioriza los sentimientos más profundos de los personajes y su posición ante las situaciones que enfrentan.

La historia se inicia en la época vistosa de los años sesenta, con algunas de las canciones más coloridas del grupo como “All my loving”, “Hold me tight”, “I want to hold your hand” y “I’ve just seen a face”, que ayudan a introducir a los personajes y a entrelazar sus historias. A medida que avanza el film, la trama se desplaza a temas más oscuros, donde los personajes se ven inmersos en situaciones irreversibles, provocadas por sus actitudes y su inevitable reacción ante la guerra de Vietnam. En esta segunda etapa Julie Taymor se apoya en temas como “Revolution”, “Strawberry fields Forever”, “Hapiness is a warm gun” y “Helter Skelter” para establecer su posición ante la cultura de la época y dejar en claro las consecuencias físicas y psicológicas que el conflicto dejó en la población joven del país.

La letra, música y ensambles visuales son los factores detonantes que involucran al espectador en un espacio repleto de sensaciones, haciendo de esta película mucho más que un drama romántico. El surrealismo que se destaca en sus escenas no es más que una forma extraordinaria de involucrarnos con la realidad social de la época a través de las complejas mentes de los jóvenes personajes que la cuentan.

La explosión de emociones es infinita gracias al recorrido que producen las diferentes estaciones musicales. Devoción, melancolía, frustración y rebeldía son sólo algunos de los sentimientos que afloran constantemente gracias a su evidente carga emocional.

Sus Personajes

Across The Universe goza de un guión cargado de variados personajes que se cruzan en la vida para darle sentido a la historia. A cada uno de ellos, sin excepción, le es otorgado el nombre de personajes presentes en canciones de los Beatles. Mejor aún, cada nombre representa un detonante especial en su personalidad o en la situación que atraviesa.

El espíritu libre de Max, la lucha interna de Prudence, la rebeldía de Sadie y la introspectiva de Jo-jo son algunas de las sub-tramas que dan sentido a la historia del film.

Pero son Lucy –Evan Rachel Woods- y Jude –Jim Sturgess- los personajes principales que dan verdadera vida a la trama. Lucy se presenta como una americana de buena familia que se involucra repentinamente con el movimiento juvenil anti guerra que surgió en las calles de Nueva York como alternativa de protesta para retirar las tropas americanas de Vietnam. Por su parte, Jude es un apasionado artista británico de humilde procedencia que llega ilegalmente a América con una posición bastante indiferente ante el conflicto.

Su historia amorosa, en principio adorable y eventualmente tormentosa, es el verdadero canalizador de los distintos mensajes que establece la película. Ambos personajes hacen un recorrido que les cambia radicalmente la vida, obligándolos a reconsiderar su perspectiva del mundo. Es la apatía de Jude y el radicalismo de Lucy ante el creciente conflicto que produce la guerra de Vietnam en Estados Unidos lo que refleja los irreversibles problemas que traen los sistemas políticos a los integrantes de nuestra sociedad.

El film se desplaza por una serie de rincones visualmente espléndidos. Cada ensamble musical está acompañado de arreglos deslumbrantes que fortalecen el contenido de la trama. Quizás lo más asombroso es la facilidad con que la directora enlaza los distintos sets musicales de manera natural, y los convierte en una gran historia. Los efectos parten desde el inicio del film con una atmósfera casi rosa, pero a medida que evoluciona la trama los conceptos pasan a ser manejados por efectos psicodélicos, que emiten una perspectiva alucinante acorde con la situación que atraviesan los personajes. Hacia el final la trama se complica hasta tal punto que las puestas en escena toman posturas oscuras y, en algunas oportunidades, un poco ácidas.

Pero lo más atractivo del film en su totalidad es la oportunidad que le ofrece al espectador de recordar o conocer por primera vez los conceptos establecidos por Jhon, Paul, George y Ringo a través del ojo artístico de Julie Taymor. Algunas canciones del film son la fiel proyección de su versión original, mientras que otras se atreven a emplear la letra y música con propósitos y posturas totalmente innovadoras.

El simple paseo visual y musical que ofrece el film es digno de observación, cada set invita al espectador a especular según las fuertes expresiones y mensajes que transmite la música junto con los efectos visuales. Across The Universe es un musical capaz de transportar a su espectador a una época cargada de emociones; una época llena de color, violencia y cambios radicales donde al final, como el mismo film lo indica: lo único que realmente necesitas es amor.