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Cocina + Cinema



Hay algo que encuentro extremadamente satisfactorio al momento de ver películas cuyo tema gira en torno a la comida, o más bien: al arte de cocinar.

Para empezar no sabría definir con exactitud qué es lo que realmente me captura de este género, quizás es el sabor que inevitablemente reflejan en la pantalla, la facilidad que aparentan al cocinar, la creatividad, la pasión que nunca falta, e incluso, la sensualidad que destilan sus personajes.

Pero lo mejor es la transparencia con que un film captura el tono, la emoción y la intención de personajes que juegan a conquistar el mundo a través de la comida.

La primera vez que vi Como Agua para chocolate me quedé con la boca abierta. No recuerdo mi edad, pero recuerdo que ver a Tita, el personaje principal, sobreviviendo los escenarios más ácidos, dulces y amargos de su vida a través de la dedicada elaboración de exóticos platos mexicanos, resultó lo suficientemente adictivo como para perder la cuenta de la cantidad de veces que la volví a saborear. Aquí la comida es el hilo que conduce las emociones desencadenadas por aquella que las prepara. Este film se convirtió en un recetario perfecto de la sensualidad femenina, resultado de dos combinaciones: Cocina + Pasión.

Una de las películas más provocativas que he visto en el escenario de la comida es Chocolat, un film que se centra en la sutil pero efectiva labor de una mujer que despierta a los habitantes de un pequeño pueblo francés sumergidos en la rigidez de la costumbre y la cotidianidad. Su herramienta principal: una humilde pero exótica chocolatería que rompe con los esquemas impuestos en la tradicional población. Aquí garantizo una cosa, por mucho que intentes es imposible resistirse a la tentación luego de estar casi dos horas expuesto a las combinaciones más exquisitas de la preparación del cacao. Te aseguro que te saborareas los labios y que casi lo podrás oler. Esta inteligente receta es el resultado de: Cocina + Persuasión.

Suavizando el clima cinematográfico me gustaría listar a Ratatouille. Cuando se trata de Disney/Pixar siempre tendrás dos cosas garantizadas: Animación de primera calidad y una buena historia. Por supuesto que la sola idea de una rata persiguiendo su sueño de ser chef es casi ridícula, pero los retos no son más que imposiciones individuales o sociales que alguien un buen día conquista. Este es el caso de Remy, una ratita de la campiña francesa que a lo largo del film me entretuvo con generosas raciones de creatividad. Si hay algo delicioso es ver a un chef desenvolverse en la cocina, y si hay algo extraño es disfrutar como un ratón domina el arte culinario a la altura de los mejores chefs franceses, sin miedo a ser juzgado por su peculiar actitud. Este film es el resultado de dos ingredientes importantes: Cocina + Perspectiva.

Volviendo a la cocina tradicional, liderada por seres humanos, listo una de las películas que más me ha conmovido estos últimos meses, Julie & Julia. Recordar las recetas me hace agua la boca. Aquí no te conformas con la historia de una ávida cocinera, en reemplazo tienes dos historias paralelas relatadas en dos épocas distintas y conectadas por una misma pasión: escribir sobre el arte de cocinar. No puede ser más completo que eso. Meryl Streep se luce, una vez más, en un papel que le otorgó una reciente nominación a los premios Oscar. Pero lo que me cautiva de este film es la energía que imprimen sus personajes principales a cada una de las recetas, casi te hacen creer que a la cocina la conquista cualquiera. El secreto es quizás: Cocina + Perseverancia.

Para tratar de hacer el cuento corto, la última selección que voy a listar es un descubrimiento reciente personal, Dieta Mediterránea. La última en mi lista y la más particular. Una comedia del cine español que combina la picardía con el talento culinario de Sofía, una mujer que sueña en convertirse en la mejor Chef del mundo. Este film no sólo destila creatividad y destreza culinaria, además radica en la libertad amorosa de Sofía, quién se enamora de los dos hombres que la impulsan al éxito, lo que la incita a perseguir su ansioso deseo de vivir en un triángulo amoroso. La receta es la más poderosa de todas: Cocina + Ambición.

Sin premeditación resultó que el único hombre que protagoniza mi selección es Remy, la ratita francesa. Nada personal, son hombres los que se han convertido en los chefs más distinguidos del mundo pero la realidad es que en la atmósfera cinematográfica hay algo inexplicablemente cautivador y atractivo en las historias de mujeres que conquistan el espacio culinario.

Para saborear esta selección mi sugerencia es que elijas según tu apetito: Dulce, suave, intenso, ligero…queda de ti, es cuestión de gustos.